Nos regalamos un mundo,
sin pedirnos nada a cambio.
Nos entregamos sin miedo
con el deseo de amarnos.
Nuestros cuerpos fueron uno,
embriagados por amor.
Nuestras almas se entregaron
sin culpas y sin dolor.
Nos regalamos ternura,
nos besamos con pasión.
Sabíamos que era una noche...
y esa noche nos unió.
Y después...llegó el silencio
que nos impuso el adiós.
y fue un adiós con dulzura...
la dulzura del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario