Un nuevo amanecer, Carmiña espero acurrucada en su cama hasta que aquel compañero de años saliera para su trabajo. Apenas unos minutos después, como todas las mañanas,ella se levantó, y como cada día la rutina: higiene personal, los mates de la mañana (el momento que mas esperaba), música, solo música y...llorar.
Si, si. Llorar, siempre había un motivo para que su rostro se cubriera de lágrimas. Sola, con esa soledad que se apropiaba de ella. La misma que la iba envejeciendo día a día, la soledad que la enfrentaba con las caras que amaba y que sentía cada día mas lejos.
Si me permiten contarles: Carmiña es una de esas mujeres vestidas de roble,siempre fuerte, pensante, con la frialdad de aquel que todo lo planifica. Esa..., es la Carmiña que todos ven, la que se muestra, pero; que muy lejos está de la verdadera Carmiña.
Hace algún tiempo las lágrimas de Carmiña son cada vez mas frecuentes, y tienen un porqué que nadie sabrá jamás.O tal vez, nadie sepa que esa mujer tiene un dolor que cada momento le provoca mayor ahogo,
dolor. Esa mujer , que poco tiene que ver con el común de las mujeres,siente que su vida a sido un sinfín de
errores por los cuales esta pagando, y a un alto costo.A esta altura ella es un simple cuerpo cargado de culpa, tanta culpa como dolor.
Muchas veces, hablando de su infancia, surgen recuerdos negros, negativos, dolorosos. No recuerdo haber escuchado un relato de boca de Carmiña que contenga un dejo de alegría, al menos. En esos recuerdos hay una palabra recurrente: NO... no podés, no debes, no salís, no tenes permiso. Siempre y en cada relato está el No. Y en boca de su madre, con la que ha sido muy difícil su relación. Una madre con unos pensamientos que han marcado seguramente a Carmiña y con la cual hoy tiene diferencias.Esa es una de sus culpas. No estoy mucho con mamá,dice.Como si eso fuera tan grave.Pero en realidad, le hacen sentir esa culpa, siempre y en cada oportunidad que se puede, alguien de su entorno se lo hace notar.
Sin embargo, hoy todos creen que Carmiña es la gran señora, que vive cómoda, que nada, ni nadie le importa. Y nada mas lejos de la realidad, nada mas incierto.
El papá de Carmiña, según sus dichos, era un viejo bago pero muy querible. También siente que no le alcanzó a decir cuánto lo quería antes de su muerte, esa es otra culpa.Culpa, culpa, siempre culpa.
Su vida esta llena de cuestiones sin resolver. De joven vivía en el campo y no salía con sus amigos, no la dejaban. Recién comenzó a salir, cuando se hizo de novio con el papá de sus hijos, con quien se casó.
Ahora la vida le ha mostrado otros caminos, ella dice que, "quise hacer después de los treinta lo que no pude
hacer a los 18. Y saben que es verdad!!!!!
Se separó del papá de sus hijos, fueron varios años de errores a partir de allí. Errores que según ella nadie perdona, especialmente sus hijos.
Ahi comienza uno de los grandes dolores. Carmiña piensa que sus hijos no la quieren, no la valoran, la cuestionan en forma permanente. Lo nota, lo siente en cada palabra, en cada gesto, en cada actitud.Sin embargo habla de ellos con tanto amor, con tanto orgullo, con tanta comprensión. Generalmente no se enoja con ellos, todos es perdonable, comprensible, solucionable. Ella esta siempre dispuesta a solucionar todos sus problemas. Los hijos de esta mujer son profesionales, con una vida totalmente independiente, por ello los ve poco.Pero su cara se ilumina cuando los nombra y la única que tiene permitido ver los errores de sus hijos es ella y solo ella. Jamás reconocerá que sus hijos tienen los mismos errores que todos los hijos( unos mas, unos menos pero los mismos).
Hoy dia, Carmiña vive en pareja, pero se siente tan sola como siempre o mas. Él no la escucha, no la puede escuchar y si lo hace en alguna oportunidad, surgen los enojos. En una situación de matrimonio cotidiana, Carmiña finaliza llorando y no diciendo nada de lo que siente. En algunos momentos de su relato siento que le teme a ese hombre, que no se anima a decir lo que siente.Repite en forma constante" el me dice que le hago mal, jamás lo escuché pedirme disculpas, reconocer un error cometido, decirme te entiendo.Todo lo contrario, si de mis hijos se trata, intenta malpredisponerme, buscando no se que reacción".
Esa es la vida de Carmiña, sola, sola siempre sola. Trata de sobrellevar esta vida que le tocó.
El final de esta historia se los dejo a Ustedes, tal vez algunos puedan darle un final feliz, otros..., alguno tal vez coincidan con el final de quien relata la historia. Seguramente Carmiña tendrá el final que una mujer como ella se merece.
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